Un nuevo estudio reveló que el semaglutida—más conocido como la inyección para la pérdida de peso Wegovy u Ozempic—podría hacer mucho más que ayudar a perder peso. Las primeras investigaciones sugieren que también podría reducir los antojos de alcohol y disminuir la cantidad consumida.
Este hallazgo ha despertado el interés de científicos y médicos, alimentando la esperanza de que el semaglutida pueda usarse para ayudar a personas con trastornos relacionados con el consumo de alcohol (TCA). Pero, ¿qué tan sólidas son las pruebas y qué significa esto para el futuro del tratamiento de la dependencia al alcohol? Veamos esto más de cerca.
¿Qué revela el estudio?
Investigadores en Estados Unidos realizaron un pequeño estudio con 48 personas con problemas de consumo de alcohol. Estos individuos no buscaban activamente tratamiento, pero todos sufrían un trastorno relacionado con el consumo de alcohol—una condición en la que se tiene dificultad para controlar el consumo a pesar de los efectos negativos en la salud y la vida diaria.
Los participantes fueron asignados al azar en dos grupos:
• Un grupo recibió una inyección semanal de baja dosis de semaglutida durante 9 semanas.
• El otro grupo recibió un placebo (una inyección sin efecto).
Antes y después del tratamiento, los investigadores invitaron a los participantes a un « laboratorio de consumo »—un entorno cómodo donde podían beber sus bebidas alcohólicas favoritas durante dos horas. Los investigadores siguieron la cantidad de alcohol consumida y midieron el nivel de alcohol en su aliento.
Los resultados mostraron que las personas que tomaron semaglutida:
✅ Bebieron menos alcohol cuando se les ofrecieron bebidas en el laboratorio.
✅ Tuvieron menos días de consumo excesivo de alcohol con el tiempo.
✅ Sintieron una disminución del 40 % en sus antojos de alcohol.
✅ Consumieron un 41 % menos de bebidas los días que bebían.
Curiosamente, un pequeño número de participantes que también fumaban redujeron su consumo de cigarrillos con semaglutida.
¿Cómo funciona el semaglutida?
El semaglutida es un agonista de los receptores GLP-1, un tipo de medicamento desarrollado inicialmente para tratar la diabetes tipo 2. Actúa imitando una hormona que regula el apetito y el nivel de azúcar en la sangre.
Muchas personas que toman este medicamento para perder peso reportan una menor interés por la comida y una sensación de saciedad más rápida. Ahora, los científicos creen que el semaglutida también podría reducir los antojos de alcohol actuando sobre el sistema de recompensa del cerebro.
El Dr. Stephen Burgess, de la Universidad de Cambridge, explica:
"El semaglutida parece atenuar las señales cerebrales que impulsan a las personas a desear comida y alcohol."
¿Por qué es importante?
El trastorno por consumo de alcohol es un problema importante de salud pública. En 2023, el número de muertes relacionadas con el alcohol en el Reino Unido alcanzó un nivel récord, con 10,473 personas fallecidas por enfermedades relacionadas con el alcohol, como las enfermedades hepáticas.
Los medicamentos actuales para tratar la dependencia del alcohol, como la naltrexona y el acamprosato, no funcionan para todos. El semaglutida podría ofrecer una nueva alternativa para las personas con problemas de dependencia.
El profesor Sir Ian Gilmore, presidente de la Alcohol Health Alliance UK, elogió esta investigación, al tiempo que insistió en la necesidad de realizar más estudios. También recordó a los responsables políticos que la prevención de los daños relacionados con el alcohol debe seguir siendo una prioridad.
"Aunque estos nuevos tratamientos son prometedores, ya sabemos cómo reducir los daños del alcohol: haciéndolo menos accesible y restringiendo su publicidad."
¿Debería probarse el semaglutida para reducir los deseos de alcohol?
Es importante señalar que se trató de un estudio pequeño y preliminar. Aunque los resultados son alentadores, se necesitan ensayos clínicos más amplios para confirmar si el semaglutida es seguro y eficaz a largo plazo para tratar la dependencia del alcohol.
Otro punto clave es que el semaglutida no está exento de efectos secundarios. Puede causar náuseas, vómitos y trastornos digestivos. Además, actualmente está autorizado solo para la pérdida de peso y la diabetes, no para el tratamiento de trastornos relacionados con el consumo de alcohol.
Si usted o alguien que conoce tiene dificultades con el alcohol, es mejor consultar a un médico o buscar ayuda en organizaciones como Alcohol Change UK o Drinkaware.
¿Qué sigue?
El siguiente paso es realizar ensayos más amplios y prolongados para comprender mejor cómo el semaglutida influye en el consumo de alcohol. Si futuras investigaciones confirman estos resultados, podríamos ver al semaglutida convertirse en una nueva opción de tratamiento para la dependencia del alcohol, ofreciendo esperanza a muchas personas que luchan contra deseos irresistibles y consumo excesivo.
Mientras tanto, los expertos destacan que la prevención y los servicios de apoyo siguen siendo las mejores formas de combatir los daños relacionados con el alcohol.





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